Con este entendimiento, podemos profundizar en cómo se gestionan los recursos dentro de una fundación. En esencia, una fundación suele administrarse de manera similar a una empresa, asignando recursos a cada una de las áreas que la componen, en este caso, a cada uno de los proyectos que se realizan. Por otro lado, dentro de una fundación, existen diversos tipos de colaboradores que se pueden dividir básicamente en dos categorías: 1) los voluntarios, que no reciben remuneración, y 2) el personal que recibe una compensación por su trabajo.
La gestión de los recursos debe llevarse a cabo con precisión para garantizar que los proyectos se completen dentro del presupuesto asignado, cumpliendo así con los requisitos legales. A diferencia de una empresa, una fundación está dirigida por un patronato, generalmente compuesto por tres personas, quienes toman las decisiones más significativas en nombre de la fundación.
Al final de cada ejercicio, las fundaciones están obligadas a presentar un informe que detalla todos los logros y resultados del año, incluyendo los recursos recaudados y su destino. De esta manera, puedes tener la certeza de que el dinero que donas llega a su destinatario de la manera más efectiva posible.
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